La complejidad obligó a un fino estudio topológico de las actividades a desarrollar, desde el cual se arribó al zoning y al “masterplan”.
Se requirieron estudios geológicos de suelo, de curvas de nivel y escorrentías pluviales.
Es el único emprendimiento de esas características en la zona. Consta de un gran predio destinado a necrópolis bajo el sistema de “parque”, con un estudio detallado de paisaje y enjardinado, y un tajamar para riego.
En ese entorno, se ubican dos conjuntos edilicios: hacia el sur y vinculado al acceso desde Ruta 1 están los edificios administrativos, y hacia el noroeste del predio, el crematorio.
La planta baja cuenta con una cochera, sala de recepción, cenizario, oficina administrativa, gerencia, kitchen, y servicios higiénicos inclusivos.
En planta alta funcionan un “callcenter”, una sala de reuniones, servicios para funcionarios, y sala de cómputos.
Hacia el oeste del edificio, se ha generado un espacio abierto, muy verde y delimitado por altos muros de piedras. Este espacio otorga intimidad al visitante en ese momento de recogimiento, acompañándolo en su reflexión, y conectándolo al paisaje.
El edificio crematorio incluye un sector donde se ubica el horno, un pasaje vehicular y una morgue refrigerada.
Se ha incorporado una sala de estar vinculada al espacio anterior, y un sector de servicios higiénicos, vestuarios, una sala administrativa, depósitos auxiliares, vivero y cochera.
La volumetría, las terminaciones y la disposición de los espacios, así como los juegos de agua, el enjardinado y la señalética, ayudan a que la necrópolis no se perciba como un espacio triste o bucólico, sino como un conjunto sereno, sobrio y armónico.
